Martes

A las 7 ya estaba despierta. Debe ser la no costumbre de trabajar que me despierta instintivamente a la hora en la que todo el mundo coge el metro/bus/tren/coche para ir al currele. Pero me he quedado en la cama hasta las 10 total...¿qué tenía mejor que hacer más que dormir?

Ducha, té y a la calle. Hoy tocaba ruta gastronómica por Móstoles. Sí, en Móstoles. Cada vez que voy a ver a la ficha verde tengo que llegar con el estómago vacío pues su madre prepara comida para un regimiento de ¿parados? :-) Hijo y amiga parados, padres jubilados hacen un total de "moscatel para el aperitivo y vino con casera para la comida". Siesta en el sofá, no podía ser menos. Y vuelta a Madrid para ver Ágora. ¿Ágora en inglés? mmmm...dado que algunos discreparon lo mejor que pudimos hacer fue irnos de paseo bajo la intensa lluvia por Chueca hasta que nos sentamos en un café muy bonito de la c/Valverde. Cuando sepa cómo se llama os lo diré, mientas será un misterio.

Olvidaba lo del paragüas: le compré uno a un negrito que me sopló 3 euros y cuando lo abrí estaba roto. Con lo mono que era...Me lo cambió por uno de leopardo y, a la primera de cambio, no me dura ni otra salida.